Pispar flors es paga car

Si no tienes flores para adornar tu casa en Pascua, las recogidas, sin manías, los jardines públicos, y listos. Así lo pensó una ciudadana de Barcelona, junto con su nieta, el Jueves Santo, un momento poco idóneo para ir a pedir prestado las flores del único parterre que hay en la playa del Poblenou. La mujer, que con la ayuda de la pequeña llenó hasta arriba las tres bolsas de plástico que llevaba, dejó un buen agujero en el jardín.

No es extraño toparse con casos como este. Fuentes del departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona reconocen que es una práctica bastante habitual. Por eso ya compran más flores de la cuenta, se suelen reservar un par de cajas, y así, cuando hay robos, las vuelven a plantar. Pero cuando las provisiones se acaban, no compran más hasta la plantada siguiente. Durante este tiempo, si la gente continúa rapiñado flores de los parterres, los jardines quedan clapats y pierden su encanto.

En este caso, la protagonista de la historia puede dar gracias a Dios que ninguna autoridad municipal la pillara. Quién sabe si el hecho de ser Jueves Santo tuvo algo que ver. Pero si alguien la hubiera sorprendido en pleno robo, las flores le habrían salido más caras que en la floristería.

La ordenanza general del medio ambiente urbano deja bien claro en el capítulo de Uso de los parques y jardines públicos que "está especialmente prohibido coger flores, frutos o plantas". Si se hace, la sanción está asegurada. Así, si algún policía lo hubiera visto, la señora no habría quedado exenta de multa y habría tenido que desembolsar unos cuantos euros según la interpretación que el agente hubiera hecho de su acción.

Robar flores se puede pagar caro

No respetar el entorno es una falta leve que requiere una sanción de entre 6 y 1.800 euros. Por una grave, "pasar por encima de los taludes, parterres y plantaciones y tocar plantas y flores [...] o causar cualquier tipo de daño al arbolado y plantaciones", se paga entre los 1.800 y los 9.015 euros, y por una falta muy grave, "arranque o supresión de elementos vegetales sin autorización municipal", hay que abonar entre 9.015 y 15.025 euros. Seguro que a partir de ahora a muy pocos les quedarán ganas de saquear los jardines públicos.
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